EL MUÑECO DE NIEVE

"Todo el que no arriesga se queda en la tribuna para siempre".

Esto es así;

 ¿queremos ser los protagonistas de nuestra propia historia?  y de esta manera dejar que Dios pinte nuestro cuadro ¿o  queremos seguir nuestros propios criterios encadenandonos toda la vida a ser víctimas de las heridas del pasado? que no nos dejan visualizar un futuro mejor quejándonos constantemente de las circunstancias que

estamos atravesando.

Dejarse hacer por el único Dios verdadero que es paz y misericordia hará que todo en nuestra vida nos sonría.

Con Cristo la cruz es más liviana, porque es El quién nos sobrelleva cuando atravesamos por una dificultad.

No cojas cruces que no te pertenezcan, porque tendrás que cargar tú solo con ese peso y terminarás por perder la esperanza en un futuro mejor.

En la cruz de Cristo encontramos la gracia para sobreponerse a cualquier sufrimiento.

Si nos desviamos del camino nos quedaremos sin poder disfrutar del gran banquete que Dios tiene preparado para los que han elegido formar parte de su reino de amor.

El muñeco de nieve no puede disfrutar de lo que es bello y hermoso, porque ha puesto su mirada en las heridas del pasado y ha dejado que el tiempo vaya congelando sus emociones, viéndose atrapado en una tela de araña, que no le deja volverse a enamorar de nuevo, porque ha perdido la esperanza de volver a creer en la felicidad.