LA CENICIENTA
Había una vez una niña llamada Aurora, que vivía con sus padres, una vida muy feliz.
Transcurrieron los años y su mamá se puso muy enferma y ahora descansa en la paz de Dios.
Aurora, se puso a llorar día tras día, por la ausencia de su mamá, tanto lloró, que se hizo un charco en el suelo.
Lo que ella desconocía, es que su mamá la cuidaba, haciéndose presente, en las personas que se encontraba en el día a día, a través de amigas, que El Señor con sumo cuidado, hacia que se siéntese amada.
Las personas, a veces pensamos que estamos solas, pero esto no es de esta manera. Dios nos acuna y nos canta las mejores melodías. Lo que ocurre es que no lo vemos físicamente con los ojos, sino en las pequeñas cosas cotidianas de cada día.
Te quiero hacer llegar un mensaje de amor:
*"no maltrates aquello que El Señor te regaló con tanto amor".......Sí lo pisoteas, te ocurrirá como a las hijas de la madrastra de Cenicienta, te quedarás con la peor de las partes, no podrás disfrutar de la fiesta.
El banquete del que habla Jesús, "la vida que nunca termina y que tiene su fuente en la misericordia de Dios". ... y cenicienta se casó con el principe y los que se alegraron, pudieron disfrutar del mejor banquete...y fueron felices y comieron perdices.
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