DESAYUNO DE DIAMANTES

Que hambre tengo!!.

Sí tengo un gran apetito.

Hoy me he despertado con la idea de que todo saldrá bien y que nada ni nadie perturbara mi paz interior, todo lo que me suceda durante el día, lo veré como un alimento que Dios me hace llegar para ir puliendome, al igual que se hace con un diamante.

Porque todos los días quiero desayunar de lo mejor que hay en el mercado, y para ello primero debo alimentar mi alma, para que ella refleje el lago que hay en mi interior, que me llama "amar" a los demás, no de palabra, sino de corazón, haciéndoles llegar todos los días;

"su desayuno con diamantes", que les hará ser personas que buscan el bien del prójimo y que no guardan resentimiento.

¿Quieres que te traiga uno?

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