Amar lo pequeño de cada día para ser reflejos del amor de Dios
El sol que está en el interior de nuestro corazón, quiere salir todos los días para alumbrar el camino de las personas que se encuentran atravesando por momentos de dificultad.
¿Cuál es tú problema?
Las cosas no salen como tu desearias;
Pero te has planteado ¿si es lo que Dios quiere para ti?
Esta es la luz que te iluminará el camino, que ahora por tener una venda en tus ojos no puedes ver.
Es que a mi me apetece...es que yo quiero...
Si eso está muy bien, de momento nos complace, pero a largo plazo te producirá un vacío.
El verdadero camino es andar poniendo la mirada en hacer de las cosas pequeñas de cada día un amor extraordinario.
Si saludo por las mañanas que lo haga de corazón, no como el que tiene que dar un buenos días, porque es lo que corresponde.
Si doy la mano, que lo haga mirando a los ojos.
Todo cambia en nuestro estado de ánimo, cuando decidimos amar en lugar de recriminar.
Un día a la vez y todo se reconducira según los designios de Dios.
Él nos acompaña en este camino, dejándonos al amparo de Maria nuestra madre, ella siempre está a nuestro lado, para aliviar nuestro sufrimiento y darnos aliento de seguir adelante, a pesar de las pruebas que tengamos que sufrir, que son para el bien de nuestra alma y purificación interior.
En el día de hoy te quiero invitar a que eches una mirada atrás, para que puedas ver que es lo que en tu vida no estás haciendo, que esta óbstruyendo el verdadero camino que Dios tiene para ti,
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