EN EL TRABAJO ME TRATAN MAL.

¿has probado a poner la otra mejilla?

Cuando nos abajamos es la paz la que se instala en los corazones.

No es justo que se dirija a mi de esa manera decimos;

¿ Eres consciente de las veces que tú has echo lo mismo con los demás, no reconociendo tú falta y menospreciando a las personas que están ofreciendo su dedicación y tiempo, porque tú seas una persona que se sienta amada/o y reconocida en su dignidad como hija/o de Dios?.

Abajarse, para poder saltar los obstáculos que me impiden aceptar al otro como es, en su debilidad y fragilidad.

Contra soberbia humildad y avanzaremos en el camino de la caridad cristiana.

¿ Entonces qué tengo que hacer si me tratan como si no valiese nada?

Tú cuentas en los planes de Dios.

Cuando el mar tiene la bandera roja, no se puede uno bañar.

Así ocurre en las relaciones con los demás.

Hay que esperar a que las personas estén más tranquilas, para hacerles llegar con amor en que nos han ofendido.

Todos tenemos momentos que nos ofuscamos y somos desconsiderados con el que nos relacionamos.

Si echamos la mirada atrás, vamos a ver cómo esto es así.

¿ cómo se apaga un fuego?

¿poniendo más leña?

¿o utilizando recursos adecuados, que van hacer que el fuego termine por extinguirse?

Esto lo entendemos muy bien en el caso de un incendio natural, pero en las relaciones humanas ocurre lo mismo.

Cuando hay un incendio, aparecen los bomberos con la manguera, lo que sale de ella es agua en mucha cantidad, para así terminar apagando el fuego.

Aceptar al otro como es en su realidad, nos hará personas que luchan por añadir en el mundo un granito de paz.

Muchos granitos hacen del mundo un lugar mejor.

No consisten en que los demás nos acepten como somos, sino en que cada uno aporte su grano de arena, para poder saltar los obstáculos que nos impiden reconciliarnos con nosotros mismos;

el primero la paz del corazón, es el fruto que obtendremos, si en lugar de exaltar nos cuando nos hacen una ofensa, esperamos a que todo se dirija en la dirección adecuada.

La paz es un gran tesoro, que si no lo custodiamos, tendremos falta de conciliación interior, que nos producirá ansiedad desbordada, teniendo que recurrir a los fármacos, para paliar los efectos provocados por no haber perdonado de corazón a la persona, que por no disponer de luz en su interior, nos ofendió en su manera de actuar.

Paz solo paz y todo volverá a hacerse de nuevo.

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