SIN PROHIBICIONES

Caminamos en un mundo en el que todo está dominado por el autoritarismo, sin reflexionar,  si con ello estoy dañando a las personas que me acompañan en el día a día y al entorno en el que me encuentro.

No soy permisivo con los demás,  pero sí conmigo mismo.

¿ dónde está el limite?

Donde cada uno lo quiera poner.

Reflejamos nuestras debilidades en los demás,  haciendoles sentirse pequeños y sin dignidad.

Abramos el abanico, para poder integrar a los demás en nuestra propia escala de valores.

Yo no soy mejor que tú, simplemente me he criado en otro ambiente, el cuál me ha proporcionado, la paz y el amor que necesitaba para crecer en madurez, y así poder ahora ser bondadoso,  cuando se produce un problema entre nosotros, ceder para que se armonice la relación. 

Podemos estar litigando toda la vida, 

¿pero eso a qué nos llevaría?;

a perder la paz entre nosotros y a destruirnos mutuamente, porque no hemos encontrado el punto de inflexión. 

Avancemos siendo comprensivos mutuamente, busquemos la manera de acercar nuestras posturas, no carguemos sobre los demás fardos pesados.

Alumbremonos mutuamente, para poder encontrarnos sin pisotearnos, siempre buscando lo mejor que hay en el otro.

Sin salida, sin esperanza, sin prohibiciones y todo terminará hoy y eso no lo queremos.

Cedamos en nuestras pretensiones y encontraremos el punto de inflexión, qué hará que podamos desandar el camino andado y rectificar aquello que no estuvo en concordancia con nuestros designios, la esperanza de un futuro mejor empieza hoy, el mañana ya no existe ........